sábado, 30 de noviembre de 2013

Enseñar desde el "no saber"

Jacques Ranciere en El maestro ignorante (2002) retoma la obra transgresora de un  filósofo-maestro de los albores del siglo XIX, Joseph Jacotot, y plantea que el maestro puede ocupar el lugar del no saber, de la ignorancia. No descarta que haya maestros  pero pone como condición  que no expliquen, que se limiten  a transferir su voluntad de saber a otras voluntades.

Todo hombre, todo niño, postulaba, tiene la capacidad de instruirse solo, sin maestro. El papel del docente debe limitarse a dirigir o mantener la atención del alumno.

Propone una emancipación que siempre es singular y que parte de asumir una igualdad fundamental. Jacotot proscribía a los maestros “explicadores” y proclamaba que todas las inteligencias son iguales. Es posible enseñar lo que se ignora.

Así, Ranciere afirma que  “explicarle una cosa a alguien es, antes que nada, demostrarle que no puede comprenderla por sí solo”, demostrarle que es un ignorante.
En esta entrevista, Ranciere comenta por qué la explicación constituye sometimiento.